Música que corre suave, como aves pero con alas de notas,
sino lo notas no te llega nada, melodicada fina o refinada,
todo una dama que suelta su pelo, se va hasta el suelo y
se levanta de un suspiro, dorada amada mientras el viento
en su pecho la usa de almohada, quedada pero no olvidada
con alma amarrada y remarcada.
Suavecito como el jazz pero sensual como la salsa,
picante pasos hacía atrás y yo me acerco a tu danza,
cada vuelta nos vuelve locos, cada pista la sentimos
como pocos, acerca tu poquito bailemos despacito,
que en un pedacito recordaremos estos pasitos.
Cada vuelta que das tu pelo me golpea la cara,
cada timbal nos alborota como si nos chiflara,
baila toda la noche que las estrellas nos vigilan,
abrázame en cada pentatónica que estas nos destilan.
Como las barajas de una a una hasta que se canse la luna,
termina descalza entre las sonatas y relajada como las dunas,
que tu perfume quede en mi cuello y tus uñas marcadas,
que cada vuelta doble sea un orgasmo que dure mil madrugadas.
Y que por cada bend de la guitarra seas mía en el vaivén,
quitándote la ropa al ritmo del "Me siento bien".
No hay comentarios:
Publicar un comentario